El espíritu de Anna Pávlova vuelve a danzar en Málaga

El espíritu de Anna Pávlova vuelve a danzar en Málaga

El Museo Ruso de Málaga retoma su pulso con una exposición que invita al movimiento, a la emoción y a la historia. Tras un periodo sin muestras temporales, sus salas vuelven a cobrar vida con «Anna Pávlova: Una vida sin fronteras«, un homenaje vibrante a una de las figuras más trascendentales del ballet clásico.

La exposición recorre la trayectoria de esta icónica bailarina rusa a través de cerca de un centenar de piezas, muchas de ellas procedentes de lugares tan diversos como Estados Unidos, México, Australia o Inglaterra. Programas originales, recortes de prensa y fotografías de época componen un mapa visual de la huella que Pávlova dejó en todos los rincones que pisó. Todo ello reunido gracias al coleccionista Dmitry Yusov, que ha cedido su valioso archivo personal para esta ocasión.

Más allá de su técnica depurada, Pávlova fue una visionaria: en 1910 fundó su propia compañía de ballet y emprendió una gira global que la convirtió en pionera de la internacionalización de la danza. Para ella, el ballet era un lenguaje sin barreras, capaz de emocionar a públicos de cualquier latitud.

España ocupa un capítulo especial en este recorrido. Fascinada por la riqueza de la danza española, Pávlova incorporó elementos del flamenco a algunas de sus coreografías, creando piezas únicas como La noche de España o su interpretación de Carmen. Su paso por escenarios como el Teatro Real de Madrid o el Gran Teatre del Liceu de Barcelona dejó una impronta duradera en la historia de la danza en nuestro país.

«Anna Pávlova: Una vida sin fronteras» es mucho más que una muestra biográfica: es un viaje al corazón del arte en movimiento, una invitación a redescubrir cómo una sola mujer cambió para siempre la forma de entender y sentir el ballet.

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